Científicos descubren
una nueva vía de transferencia horizontal de genes
Este artículo está escrito por Mae Wan Ho, del Instituto de Ciencia y
Sociedad (ISIS). Han descubierto que con la manipulación genética, los genes
modificados genéticamente pueden saltar de una especie a otra a través de las
heridas. Según cuentan las nuevas combinaciones de material genético se
producen a una velocidad sin precedentes, afectando a las especies que se
reproducen más rápidamente, es decir, las bacterias y los virus que producen
enfermedades.
Para ver el articulo completo en ingles haga click aquí: Escape genetico en
transgénicos (450)
Ayer mismo leía sobre la noticia de que “el 75% de las colmenas
españolas están enfermas”. Estos pequeños insectos, están sufriendo las
consecuencias de la debilitación por varias décadas de empleo de pesticidas,
insecticidas, y agrotóxicos en la agricultura. Varias han sido las hipótesis,
pero cuentan que se debe a un microorganismo parásito llamado “Nosema“.
Normalmente una especie con salud, no es víctima de microorganismos parásitos
hasta el punto de provocar tal debilidad, sino que la debilitación está
haciendo que sea más susceptible. Ahora están hablando de la transferencia de
genes, otro agravante más para todos los insectos que se relacionan con las
plantas en la agricultura, por toda la relación que hay entre los
microorganismos, las bacterias y los insectos.
Necesitamos volver a una agricultura mucho más natural si deseamos
evitar el colapso de las colmenas, afortunadamente ya se están dando pasos,
aunque se siguen utilizando pesticidas que están prohibidos en ocasiones.
Las abejas son insectos polinizadores muy necesarios para la producción
de alimentos a nivel global, una disminución de su cantidad, repercute en
menores cosechas, menor cantidad de alimentos, y aumento de precios de los
alimentos en el mercado. Los transgénicos agravan mucho más la situación
precaria de las necesarias abejas. Los transgénicos producen menor cantidad de
alimento, las empresas especulan con la propiedad de las semillas patentadas,
intentando controlar el negocio de la alimentación, los transgénicos y sus
agrotóxicos asociados causan problemas en la salud, problemas de esterilidad,
malformaciones congénitas, y los transgénicos están prohibidos en 10 países de
la Unión Europea, ayúdanos a expandir este mensaje. Fué en Grecia dónde
el colegio de médicos, colaboró en conseguir que se prohibiera su cultivo allí.
El artículo de Mae Wan-Ho.
Fuente: ISIS (Instituto de Ciencia y Sociedad)
Los genes
modificados genéticamente pueden saltar de una especie a otra a través de las
heridas, y si esta transferencia horizontal de genes ocurre, y con una gran
frecuencia, estamos ante el más grande y subestimado de los peligros liberados
al ambiente a través de los organismos modificados genéticamente (OGM). Dra.
Mae Wan-Ho
Los científicos de la Universidad de Bristol en el Reino Unido
anunciaron el descubrimiento de un nueva ruta hasta ahora desconocida
según la cual “los genes modificados genéticamente pueden escaparse al medio
natural”. Decir escapar en una forma poco adecuada de hablar, porque los
organismos modificados genéticamente han sido liberados al medio ambiente en
gran cantidad en los últimos 17 años. La cuestión está en lo rápido y en qué
medida los genes modificados genéticamente se pueden transmitir, y de donde
podrían surgir graves consecuencias.
El escape hace referencia a la transferencia horizontal de genes – la
propagación de los genes modificados genéticamente por infección y
multiplicación (literalmente como un virus), independientemente de la barrera
entre las especies, por lo que la tasa de propagación es mucho más rápida, y en
cierta medida virtualmente ilimitada. Las nuevas combinaciones de material
genético se producen a una velocidad sin precedentes, afectando a las especies
que se reproducen más rápidamente, es decir, las bacterias y los virus que
producen enfermedades. La transferencia horizontal de genes y la recombinación
es de hecho la ruta principal para la generación de nuevas cepas de bacterias y
virus que causan enfermedades. La modificación genética y la liberación de los
organismos modificados genéticamente en el ambiente no tendría importancia si
no se facilitase en gran medida la transferencia horizontal de genes y la
recombinación. Se han creado amplias carreteras para el tráfico de genes donde
antes existían estrechos caminos ocasionales.
Algunos de nosotros hemos considerado durante mucho tiempo que la
transferencia horizontal de genes encierra graves peligros ocultos y que son
subestimados por la mayor parte de la Ingeniería Genética, y se ha alertado a
los reguladores en consecuencias, una y otra vez, ya desde que los OGM se
liberaron por primera vez. La reciente emergencia lanzado por un científico de
alto nivel del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos al Secretario
de Agricultura sobre la aparición de un microorganismo sospechoso y asociado a
los cultivos transgénicos, puede ser un ejemplo de ello.
Las heridas en las plantas, una vía para el tráfico de genes
Los investigadores de la Universidad de Bristol mostraron que las
heridas de las plantas, producidas por ejemplo por las picaduras de los
insectos, la abrasión o daños mecánicos, son puntos de acceso para el tráfico
de genes, debido a las hormonas que en la herida produce la planta. En tales
circunstancias, la bacteria del suelo Agrobacterium tumefaciens, que
causa la enfermedad de las agallas de la corona, podría ampliar su gama de
huéspedes infectando a los hongos, e insertando genes extraños en el genoma de
los hongos. Esto tiene serias implicaciones en la seguridad de los OGM, de
amplia distribución en el medio ambiente.
A. tumefaciens es probablemente único entre los patógenos
naturales de la plantas que realiza una transferencia horizontal de genes entre
distintos reinos durante la infección, y esta capacidad ha sido ampliamente
explotada para la creación de cultivos transgénicos, que se cultivan en aproximadamente
134 millones de hectáreas en todo el mundo, cifras de 2009, y ampliándose un
10% en 2010, según información del Servicio Internacional de Aplicaciones
Agro-biotecnológicas (ISAAA).
La investigación encargada por el Ministerio de Medio Ambiente,
Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) en la década de 1990, ya había revelado
que es muy difícil, si no imposible, deshacerse del vector Agrobacterium,
utilizado en la creación de la planta transgénica, y la bacteria es probable
que se mantenga latente incluso después de que las plantas transgénicas son
trasplantadas al suelo. Por lo tanto, se facilita la transferencia horizontal
de genes mediante Agrobacterium a los microorganismos del suelo, y
extendiéndose más allá.
Las tensiones que causan enfermedades por las cepas de A. tumefaciens
presentan un plásmido extracromosómico Ti (Inductor de tumores) que permite
la transferencia horizontal de un segmento de plásmido Ti, el T-ADN, al genoma
de la célula de la planta cuando la virulencia de la bacteria (causante de
enfermedades) se activa por las hormonas producidas por la planta en la herida.
Esta característica es explotada en la creación de organismos modificados
genéticamente (OGM), mediante el desarme de la bacteria, e incorporando genes
virulentos por un vector “binario” que es usado en conjunción con la cepa
desarmada de Agrobacterium.
En la década de 1990, se demostró que el rango de organismos modificados
por Agrobacterium podía ampliarse si la hormona acetosiringona presente
en la herida fuese utilizado para inducir más virulencia al sistema.
Los investigadores de la Universidad de Bristol razonaron que, como A.
tumefaciens es un patógeno que mora en el suelo a menudo infecta a las
plantas a través de las heridas, también es posible que la bacteria pudiera
encontrar a otras numerosas especies de organismos, incluyendo hongos
patógenos, utilizando el mismo método para penetrar en la planta. Los lugares
utilizados son las heridas, donde es probable que se exude la hormona acetosiringona,
estando preparadas las bacterias para la transferencia de ADN-T.
Las investigaciones realizadas confirman las sospechas en su totalidad
Llevaron a cabo su investigación con el causante del marchitamiento, el
hongo Verticillium albo-atrum, un seguro candidato a encontrarse con Agrobacterium
en la planta, ya que tiene un rango similar en las plantas donde se
hospeda, tanto en la raíz como en la corona. Anteriores experimentos de
laboratorio habían demostrado que Verticillium albo-atrum no puede ser
modificado por Agrobacterium en ausencia de acetosiringona. Por
lo tanto, si se presenta Agrobacterium en el tejido vegetal, y la
modificación se produce, debe ser por la hormona que suministra la planta donde
se ha producido una herida.
Los tubérculos de patata y la zanahoria pelados y cortados en rodajas, y
secciones del tallo de la planta de tabaco, fueron utilizados como tejidos
vegetales para la realización de las experiencias. Después de la
esterilización, fueron inoculados con A. tumefaciens y Verticillium
albo-atrum, y conservados a temperatura ambiente en un medio con agar
durante un mínimo de 80 días y un máximo de 42 días.
Se observaron modificaciones con Verticillium albo-atrum en los
tejidos de las plantas, 2 de 17 rodajas de patatas, 1 de cada 15 de zanahoria,
en 14 de las 42 muestras que tenían de 3-5 piezas de hoja y en 10 de las 31
secciones del tallo ( sin cultivo de agar, con la finalidad de que las
condiciones fuesen lo más naturales posibles). Estas modificaciones fueron
confirmadas mediante análisis moleculares genéticos.
Se han desestimado las evaluaciones de riesgos de los organismos
modificados genéticamente
Los investigadores concluyeron:”Este trabajo plantea interesantes
preguntas acerca de si la variedad de anfitriones de A. tumefaciens en la
naturaleza se reduce únicamente a las plantas. Es posible que la comprobación
de tales circunstancias se compruebe retroactivamente al observar el creciente
número de secuencias de genoma de las plantas que se realizan…
Además, los resultados bien que podrían tener implicaciones para la evaluación
de los riesgos de las plantas modificadas genéticamente producidas a través de
la modificación mediante Agrobacterium, dado que Agrobacterium puede sobrevivir
dentro de los tejidos vegetales a través de la modificación y cultivo de
tejidos, y por lo tanto se puede encontrar en el interior de las plantas
transgénicas…”.
Todo esto es más que un eufemismo de un grave riesgo que ya se conoció
desde la primera versión de Agrobacterium modificada genéticamente y
liberada al ambiente.
